lunes, 6 de agosto de 2012

Perlas de Agosto


Leo en estos días noticias desalentadoras sobre cosas que están sucediendo o que van a suceder, o incluso algunas, que nunca sucederán y forman parte de los bulos a los que Internet, que en ocasiones es una gran fuente de información, se presta y que provocan alarma y confusión, más aún si cabe.

Empezando el mes de Agosto y aprovechando que un tercio de los españoles está disfrutando de las vacaciones y el resto reparte su tiempo entre las olimpiadas y buscar trabajo que no es poco, da comienzo una autentica purga en TVE. Para mí, esto es gravísimo porque atenta ya contra la libertad de expresión, la del ciudadano a  recibir información plural y la de los periodistas a expresarse libremente y sienta un preocupante precedente más o menos del tipo: al que se pase de la raya le mando a la calle.
Despedir sin ninguna razón aparente a periodistas con audiencias más que respetables no es más que otra burla al ciudadano, otro abuso de poder, otra cacicada.

Sin embargo, a los españoles, al parecer nos va la marcha, ya que leo en la prensa que si hoy se convocaran elecciones, volvería a ganar el PP, aunque “sólo” por 6,7 puntos de ventaja frente a los más de 15 que obtuvo en las elecciones generales. El PSOE aumenta tres décimas.
Lo del PP me resulta chocante, pero lo del PSOE no tiene desperdicio. Está claro que no hay rival ni oposición y que el señor Rubalcaba se dedica por toda respuesta a las políticas peperas, a dar bandazos por Europa para “mantener conversaciones e intercambiar pareceres sobre la crisis con sus homónimos alemanes e italianos”. ¿Y eso no lo puede hacer por teléfono? Aunque la verdad, en caso de que estuviera aquí tampoco iba a servir de mucho, lo mejor que podía hacer el señor Rubalcaba es retirarse y dejar que alguien más joven, menos quemado y con más tirón popular y ganas de hacer cosas ocupase su puesto, pero no lo hará.

Tal como explicaba en el primer post de este blog (pincha AQUÍ para leerlo) los políticos cuando llegan a determinado estatus no oyen ni ven más allá de sí mismos.
En relación con los bulos de los que hablaba al principio (quiero pensar que este lo es), leo en una red social que el PP tiene un proyecto de reforma encima de la mesa, por el que prevé que las vacaciones de los trabajadores no sean remuneradas o en el peor de los casos sólo una cuarta parte, dejando sin pagar el resto si el trabajador decide cogerlas. También valoran el modelo americano en el que las vacaciones pagadas, en duración y cuantía, no son un derecho adquirido sino que forma parte de las condiciones particulares de contratación, como por ejemplo el ofrecer o no seguro médico. Esta medida se implementaría, en principio, durante dos años, y los beneficios se utilizarían para la creación de nuevo empleo. Claro que si nadie se va de vacaciones tampoco habrá nadie a quien sustituir en verano.
Con semejante panorama cerniéndose sobre los mismos de siempre, ha llegado el momento de las vacaciones para los políticos y todos, muy responsables ellos, van a suspenderlas.
Nuestro querido presidente pasará sólo unos pocos días en su tierra natal, Galicia, al parecer ha comentado en un alarde de responsabilidad que ya habrá vacaciones el año que viene. Por mí que se vaya, que nos deje descansar a los ciudadanos, que ya que no podemos irnos este año ni de vacaciones ni lejos de su alcance, por lo menos disfrutemos de unas pocas semanas de paz.

Rubalcaba, salvo la tournée que está realizando por tierras europeas, tampoco va a marcharse a ninguna parte y comentan que la dirección del partido ha impuesto a sus miembros la condición de no marcharse, si es que lo hacen, a más de una hora de avión de la capital, debe ser por si hay una emergencia nacional y tienen que intervenir o algo.
Del resto del gabinete gubernamental, se filtra que ninguno tendrá vacaciones, aunque todos ellos harán una escapada a su tierra (Canarias, Huelva, Jerez de la Frontera...), vamos, lo que vienen a ser unas vacaciones encubiertas.
De verdad, váyanse tranquilos de vacaciones ustedes que pueden, no nos dan lástima diciendo que se quedan aquí y haciendo “breves escapadas”. Por favor, déjennos descansar, no tomen más medidas, ni recortes, ni despidan a más periodistas con carreras dilatadas y consolidadas a sus espaldas. Políticos de España: ya que  no podemos marcharnos nosotros, os decimos lo mismo que aquella conocida folclórica a sus fans:
- Si nos queréis, irse.

miércoles, 25 de julio de 2012

Lobo con piel de cordero


Por mucho daño que esté haciendo el señor Rajoy a los ciudadanos, por muchas medidas antisociales que esté tomando, por mucho que esté defendiendo los intereses de la empresa frente a los del trabajador, a los políticos del PP con el señor Rajoy a la cabeza, desde mi punto de vista, se les puede acusar de cualquier cosa menos de sorprendernos con su forma de hacer política. A todos menos a uno, al que muchos, consideraban un progresista.

Este ambicioso ha sabido jugar sus cartas con habilidad. De ser una persona joven y con aspecto de empollón que aterrizó en la presidencia de la comunidad de Madrid, al que supuestamente se odiaba en las filas mas conservadoras del PP por su centrismo y moderación y por no ocultar nunca una mal entendida “sana” ambición, ha pasado en no dudar en dar un golpe de timón para escorarse a la derecha de la derecha en cuanto ha conseguido desembarcar en lo que, para muchos, es el primer peldaño de un ambicioso plan de escalada política.
Dicen las malas lenguas que su política reaccionaria y fascista al frente del ministerio de justicia, obedece a un plan perfectamente orquestado para ganarse a los sectores mas ultra de su partido y a periodistas de derechas de gran calado, como Federico Jiménez Losantos, quien nunca ha ocultado la profunda antipatía que siente por él. Al sector moderado ya se lo ganó en sus años como alcalde de Madrid y presidente de la Comunidad.

















¿El objetivo? Al parecer, piensa que Rajoy es un presidente de transición que se va a quemar en la gestión de la crisis y que, cuando eso pase, tiene también los días contados como presidente del PP, según muchos, la “blandura” de Mariano, tendría la culpa de buena parte de todo esto. ¿Y quien será entonces la alternativa al actual presidente?¿Quién podría ganar unas elecciones tras el fiasco de Mariano Rajoy? La respuesta está clara. Un joven político que gobierne con mano dura, abiertamente de derechas pero que conserve ciertas amistades o simpatías entre los sectores más tibios de la izquierda, un oportunista ambicioso y sin escrúpulos al que no le importe engañarse a sí mismo y a su supuesto talante moderado con tal de medrar.
Otros, sin embargo, sostienen que ha sido durante todos estos años al frente del gobierno madrileño cuando el actual ministro se ha visto obligado a mentir y a ocultar su verdadera naturaleza fascista con el fin de renovar una y otra vez la confianza de los votantes y hacer y deshacer en la comunidad y Ayuntamiento a su antojo, de ahí su confrontación con la otra presidenta: Esperanza Aguirre, que no estaba dispuesta a ceder el trono ni un palmo. Sería, por tanto ahora, cuando estaría liberándose de años de sufrimiento y ocultismo tras una cortina de cordialidad, progresismo y moderación, saliendo por fin del armario y mostrándose como lo que es y lo que siempre fue: un reaccionario y un retrógrado ultraderechista que por fin puede comportarse como realmente quiere, la verdad, no sé cual de las dos caras me gusta menos. Ahora que el lobo se ha quitado la piel de cordero y la pisoteado y escupido sobre ella, sólo nos queda comprobar si el gesto le resulta rentable, porque este lobo ha demostrado que no da puntada sin hilo, señoras y señores, por si no lo conocían (cosa que a estas alturas dudo), les presento a Alberto Ruiz Gallardón, la nueva y para algunos sorprendente, mano dura del PP.


viernes, 20 de julio de 2012

Con la iglesia hemos topado


O en este caso debiéramos decir con la iglesia evitamos toparnos. ¿Por qué?. Curiosamente, la iglesia católica que en teoría debería mantenerse al margen de temas mundanos y en ocasiones escabrosos como la política, las libertades civiles o la economía nacional, parece que disfruta mojando en todas las salsas que se le ponen por delante, opina y adoctrina, emite comunicados pronunciándose sobre temas que no les afectan para nada e incluso muestran su aprobación o su disgusto ante determinadas decisiones “civiles”.
Mientras ellos se encuentran ocupados manteniéndose en el ojo del huracán, la gente se empobrece, se muere de hambre, sufre las injusticias derivadas de la situación económica y social que se está viviendo. Pero ante eso, no sólo no se pronuncian a favor del débil, es que no hacen nada. Derivadas de este comportamiento inaceptable, yo me hago varias reflexiones.
Salvo algún humilde cura de barrio cuyas declaraciones apenas tienen repercusión, o miembros y organizaciones de base de la organización, porque no nos engañemos, la iglesia católica es una organización empresarial con todas las de la ley, todavía no he visto salir a ningún gerifalte de la iglesia posicionándose al lado del obrero y criticando las duras medidas sociales y económicas que se están tomando y en las que siempre salen perjudicados los mismos ¿Por qué ellos están siempre al lado del poder? ¿No debería ser al revés?

Partiendo de esta primera y sencilla reflexión que me consta no me hago solo yo, no es ahí donde surgen la mayoría de mis dudas con respecto a la posición de la iglesia católica en la vida de este país, digamos que, ellos siempre han estado escorados a la derecha y del lado del poder y el dinero, lo que a mí me sorprende en esta época en la que parece que por fin nos estamos levantando de la poltrona para reclamar a los poderes fácticos que dejen de pisarnos el cuello, hemos dirigido nuestras iras hacia la banca, a la que con razón culpamos de defraudadores y estafadores, hacia la prensa, por sumisos y por dejarse manipular vendiendo su independencia y su razón de ser, que es informar con objetividad de todo lo que sucede y por supuesto reclamamos a gobernantes y aspirantes a ello que dejen de oprimir a los mismos y que se pongan de una vez al servicio de los ciudadanos. Pero curiosamente, nadie ha convocado una protesta ante la sede de la conferencia episcopal para pedirle a la iglesia que se avergüence de adorar al becerro de oro y de enriquecerse sin limites y se sacrifique por el pueblo. Nadie les ha pedido que vendan algunas, solo algunas de sus propiedades y ayuden a la gente que malvive sin ingresos por el desempleo o a los ancianos a los que la pensión no les llega ni para comer.
Sólo una vez, tímidamente, se lanzó la propuesta de que tributaran impuestos como cada ciudadano y bastó con que amenazaran con recortar su obra benéfica si esto sucedía para que todo quedara en agua de borrajas.
¿De qué tenemos miedo? ¿De ir al infierno? Puede que mucha gente al leer esto, piense que la iglesia es un organismo privado y que no puede ir uno a pedirles nada sin formar parte de su congregación. Error. La iglesia está financiada en parte con los impuestos de todos los españoles, sólo por eso deben rendir cuentas ante todos y cada uno de ellos, practiquen o no su religión y sólo por eso, estamos todos los españoles legitimados para pedírselas. Por eso y porque ellos intervienen en todas las cuestiones relativas al funcionamiento del país deberíamos exigirles que salgan ahí fuera y que ayuden a la gente, que se posicionen a lado del pobre, del oprimido y del débil que eso es lo que predican. Que abran los pisos y conventos medio vacíos que tienen repartidos por España y acojan a los parados y a los sin techo, que les alimenten, que les reconforten y que les den ropa, libros, medicinas o lo que haga falta. Será que no tienen dinero, ni propiedades. Lo que no tienen es vergüenza ni caridad cristiana y lo que a mí me asombra es que nadie se lo diga.

martes, 17 de julio de 2012

Y usted ¿de qué (o de quien) se ríe?


Es de sobra conocido por todos y sobre todo por aquellos que se dedican al mundo del márketing, la importancia y el impacto que tiene en un público objetivo, la comunicación gestual.
 En la era audiovisual, pensar que la comunicación con los demás empieza cuando abrimos la boca para hablar, es un error que solo cometen los principiantes.
La expresión facial, la posición del cuerpo o de las manos y todos nuestros gestos, dotan de tanto contenido a un mensaje cuando el interlocutor que lo recibe nos está viendo, como nuestras palabras, a veces incluso mas. El mejor discurso del mundo, puede acabar siendo recordado por un gesto contrariado o una expresión inconveniente.
A propósito del tema de la comunicación no verbal y teniendo en cuenta en esta época de recortes, el pastizal que se dejan los partidos y los gabinetes de todo alto cargo que se precie en asesores de imagen y expertos en comunicación, considero que los del Partido Popular no se ganan bien el sueldo que les pagan. Por poner algunos ejemplos:
Me gustaría saber por qué sonríen siempre algunos de sus políticos independientemente de la noticia que estén dando. Es el caso exasperante de Esperanza Aguirre. Lo mismo da que te esté anunciando la construcción de una nueva carretera o que se le presenten en el senado a ponerle la cara colorada unos enfermos de cáncer, que gracias a su nefasta política sanitaria se van a quedar sin tratamiento. Ella mantiene la misma cínica y ofensiva expresión sonriente.
Pero vamos a ver señora Aguirre ¿usted de qué se ríe? Que yo sepa no tiene ninguna gracia que una persona enferma se vaya a quedar sin tratamiento, o un anciano sin asistencia y, que usted muestre una expresión preocupada o entristecida aunque en su caso no lo sienta, sería mucho más apropiado.
En el Partido Popular ha quedado demostrado que tienen cierto amor por la competición y el ganar aunque sea a las chapas. De ahí vienen sin duda alguna los aplausos en el congreso ante el anuncio de los recortes por parte de Mariano Rajoy y yendo un poquito más allá en el fervor, el “Que se jodan” de la impresentable Andrea Fabra.
En el primer caso, se justifican diciendo que aplaudían como muestra de apoyo a Mariano ante tan difícil momento. Mire usted: cualquier tonto l´haba sabe que en el PP todos apoyan al Imperator a muerte y al que se sale de madre, se le echa, así que no hay necesidad de jalearlo cuando sale a anunciar medidas que van a poner la vida muy difícil a muchos ciudadanos. Por el contrario, sí que hubiera sido el silencio y la cara seria ante la gravedad de los hechos, la conducta más sensata.
Respecto a la vergonzosa expresión impropia de una señorita educada en los mejores colegios como es la susodicha Fabra, también ha querido justificarse diciendo que iba dirigido al banco de sus oponentes políticos. Como si eso la disculpara, ¿Pero que es lo que les importa a esta gente en realidad? ¿Acaso se creen que están en un debate de televisión basura y que el que chilla más se lleva el gato al agua? ¿No se dan cuenta que en este caso, nos jodemos todos y que aplaudiendo y chillando no se ganan las elecciones?
Hace algunas semanas, en el programa Salvados de La Sexta, el periodista Jordi Évole entrevistaba cara a cara a dos portavoces políticas, una del PP y otra del PSOE, en relación con el tema del desempleo e ilustraba la entrevista con el ejemplo de un señor con nombres y apellidos que contaba su caso. Ante la pregunta del presentador sobre que solución se le podía dar a este señor, las dos mujeres se enzarzaron en una absurda discusión en la que se echaban en cara, interrumpiéndose y gritando, errores políticos mutuos, olvidándose totalmente del caso que les habían planteado. 

No les importamos nada, eso está claro. Pero además, se les nota, lo muestran, y lo peor de todo, no hacen nada para evitarlo. Sin embargo, las cosas en otros ámbitos de la sociedad, no funcionan así. Nadie sonríe cuando te despide, ni aplauden las enfermeras cuando el médico le dice a un paciente que tiene una enfermedad grave para infundirle ánimos al doctor, nadie grita “que se jodan” cuando se proponen medidas extraordinariamente duras en una empresa supuestamente para mantenerse a flote.
En todos esos casos y aunque sólo sea por el tiempo que dura el momento de crisis, hay que empatizar con el afectado, el resto resulta cruel y provoca rechazo, a no ser, que estés en un partido de rugby y seas de los que te alegras de que le partan la pierna al contrario.
En el caso que nos ocupa, los asesores del PP deberían enseñarle a sus clientes que los ciudadanos, nunca son el contrario aunque piensen distinto ya que trabajan para todos les hayamos votado o no, y sobre todo, que en este país no estamos jugando al rugby, aunque a veces lo parezca.

lunes, 16 de julio de 2012

De profesión: político





¿Un político nace o se hace? La respuesta está clara: se hace. En todas las profesiones que conozco, ya sean vocacionales o no, el profesional se hace. Se hace un escritor, se hace un médico, se hace una dependienta y se hace un torero.
Unas veces, casi siempre en el caso de las profesiones menos afortunadas o peor pagadas, uno se hace profesional por casualidad y por cosas de la vida que a veces, te hace recorrer caminos por los que nunca pensaste ir.
Otras veces, sin embargo, uno lucha por dedicarse a aquello en lo que cree. Este, casi siempre, es el caso de los que dedican su vida al servicio de otros, como los médicos o los bomberos o por ejemplo, el caso de un artista. Profesiones todos ellas en las que en la mayoría de los casos, se pone el corazón en el desempeño del trabajo diario.
Yo pienso que, en líneas generales, al político le pasa esto último. Pero al político vocacional; ese que ya solía destacar en el instituto o en la universidad por su capacidad de liderazgo, del que todos querían conocer su opinión, al que se recurría cuando pasaba algo para que marcara el camino a seguir.
Seguramente, al empezar su carrera, este político en ciernes tenía ideales y verdaderas ganas de trabajar por los demás y de conseguir mejoras para la sociedad. Quiero pensar que le movía la conciencia social. Luego, va destacando y escalando posiciones y, con el respaldo de un partido con el que comparte unos principios afines, llega a un cargo desde el que, en la medida de sus posibilidades, puede realizar su sueño de transformar la sociedad.
Sé que no hablo de utopías, conozco algunos casos. Cuando vivía en Madrid, por ejemplo, el último alcalde socialista del ayuntamiento de la localidad de Alcobendas, estuvo 24 años en el cargo y no se presentó a las elecciones por desavenencias internas con la ejecutiva de su partido. Con su marcha, provocó por primera vez en más de treinta años la pérdida de la alcaldía para el partido socialista. Esto sucedió porque era enormemente querido por los ciudadanos ya que en sus años como alcalde, se preocupó por mejorar la calidad de vida de la ciudad, dotando a esta de infraestructuras culturales y sociales que, aún hoy, disfrutan y le agradecen los vecinos. A él, no al partido.
Un caso similar es el de Tomás Gómez, alcalde de Parla durante nueve años y tres legislaturas, dos de ellas con mayoría absoluta y siendo en la última el edil más votado de España. Gómez consiguió en ese tiempo, que ésta ciudad se convirtiera en ejemplo de desarrollo y crecimiento, cuando antes era sinónimo de inseguridad y depresión económica.
A estas personas les movía el afán de mejorar, de hacer crecer y de desarrollar sus municipios, de hacerlos cómodos y confortables para las personas que en ellos viven. La conciencia social.
Caballero ahora es concejal por UpyD y ha convertido a esta formación en la segunda fuerza política del municipio, relegando al PSOE al ostracismo. Ignoro si su filiación a este partido ha sido por deseo de continuar con su labor, o por el contrario, la ambición y la querencia al poder ha sido mas fuerte que su sensatez y su coherencia política, me gustaría poder preguntárselo.
El caso de Tomás Gómez es todavía una incógnita. Asisto a su ascensión política con algo de reparo. Hasta ahora su posición está siendo coherente con el estilo de hacer política que dejó tanta huella en Parla, pero soy pesimista. Los políticos idealistas en este país, no triunfan. Y yo, espero con zozobra el momento en que “enseñe la patita” y nos diga, no quien es, sino quien quiere ser.
Y es que, una de dos: o se deja moldear con las manos insanas de la alienación  propia de los candidatos y aspirantes que han de someterse al rodillo implacable de “El bien del partido”, o mantiene sus principios y su independencia y vuelve a ser un alcalde de provincias muy querido en su pueblo, al que algún día se le pondrá una plaza. No obstante y por el rumbo que están tomando las cosas, tiendo a inclinarme más por lo primero. La política en España por desgracia, es así de decepcionante.